SANTORINI
En el barco nos avisaron desde un día antes que a las 8 saldrían las lanzaderas a Santorini así que después de la desvelada de anoche nos levantamos tomamos un cafe y en una lanchita nos llevaron hasta el puerto... En el centro de Santorini se encuentra Fira, la capital. Para llegar a Fira nos encontramos con tres opciones para subir ya que esta situado en la cima del cerro. Primero a pie por un camino empinado de 580 escalones la cual descartamos inmediatamente, la segunda en burro €5 por persona y mas que por el dinero pensamos pobre burrito y la tercera y mas acertada en teleférico €4 por persona. Ya arriba en Santorini lo primero que debe uno que hacer es pararse en una terraza y contemplar la privilegiada vista: el mar, las casitas blancas, las fachadas, el horizonte... pareciera un capitulo del cuento de Alibaba y los 40 ladrones.
Fuimos a la Catedral, muy pequeñita pero muy bonita y acogedora... El chiste de Santorini es caminar y caminar por los rincones del lugar. Visitamos la Catedral Ortodoxa y el museo... A una cuadra esta la estación de camiones locales y por €1.40 por persona compramos nuestro boleto para ir a Oia, situada al norte de la isla. El trayecto es de 15 minutos y vale completamente la pena solo por transitar por la cornisa acantilada decorada con hermosas casas blancas a una altura de 300 metros.
Vista desde Oia |
En Oia nos bajamos a caminar y es igual, las vistas, los andadores, el sabor de Santorini... pero a mi en particular me gusto mas que Fira. Caminamos en las callecitas, contemplamos las terrazas y llegamos hasta el famoso molino que caracteriza a Santorini, tomamos las respectivas fotos, compramos unos cacahuates deliciosos con azucar y ajonjolí (tipicos de la isla) y regresamos de nuevo a la parada del autobús para volver a Fira y al teleferico. Tomamos la ultima lanzadera al barco justo a tiempo!!
Santorini es precioso y seguro un gran destino de fin de semana, lastima que nos quede tan lejos y solo hayamos tenido un día.